Monta vs. inseminación artificial
Una de las decisiones que, como dueño de un mastín, debes tomar es la de seleccionar un método de reproducción para tu mascota. Esto va a depender en gran medida de las necesidades tuyas y de tu ejemplar. Si lo que deseas es simplemente que tu perro viva la experiencia del apareamiento para que canalice la energía excesiva que su necesidad sexual demanda, la monta es tu única opción. En este caso solo deberás buscar una pareja para tu ejemplar. Debes considerar que, aunque sólo estás buscando una experiencia sexual para tu perro, al no existir métodos anticonceptivos caninos, es muy probable que el resultado de esa experiencia sea un embarazo, por lo cual deberás tomar en cuenta también el futuro de los embriones. Si no deseas descendencia de tu mascota o no te sientes capaz de lidiar con esa responsabilidad, probablemente sea una mejor opción la esterilización.
Si por el contrario, deseas obtener crías de tu ejemplar, tienes dos principales opciones.
Monta
Este método resulta conveniente cuando queremos que la fecundación se lleve a cabo de forma natural. Al aparearse, los perros, además de cumplir con sus funciones reproductivas naturales, canalizan su energía de manera saludable. Al ser una raza de gran tamaño, los mastines napolitanos suelen desgastarse físicamente en este proceso, por lo cual es conveniente mantenerlos bien alimentados y con agua disponible. Una vez que el macho ha montado a la hembra deberá darse la vuelta de forma tal que queden como se muestra en la foto. Esto puede resultar un poco complicado debido al tamaño del mastín pero es un punto al que debe llegarse para asegurar la fecundación. Es probable que el perro requiera la ayuda de su amo para cumplir con esta tarea. Una vez llegado este punto solo resta esperar a que ambos se separen cuando hayan terminado el acto. Esto puede tomar varios minutos.
Si no tienes experiencia probablemente debas contratar la ayuda de un experto en la materia para que asista la monta. La monta asistida generalmente consiste en que el asistente hace coincidir los genitales de la hembra y el macho para asegurar la penetración. Esto resulta bastante útil cuando existe una diferencia de tamaño significativa entre ambos perros. Si la monta se lleva a cabo durante los días más fértiles de la perra en celo (entre el noveno y doceavo días) y los ejemplares tienen un buen pedigree e historial reproductivo, es muy probable que baste con una sola monta para obtener una cría de entré seis y 10 cachorros.
Inseminación
La inseminación es el método a seguir cuando ha resultado imposible la monta y aún se desea descendencia de una pareja de mastines. El proceso no es complejo pero debe ser realizado por alguien con experiencia, ya sea un veterinario o un manejador canino con capacitado para asistir en montas o realizar inseminaciones.
Durante el proceso, el asistente debe obtener el semen del macho para luego introducirlo en la vagina de la hembra usando los utensilios debidos. Es importante que se mantengan las condiciones higiénicas necesarias para esto y que los dueños de los canes estén presentes para controlar su comportamiento mientras dura la inseminación.
Con el objetivo de garantizar la preñez, la inseminación se lleva a cabo en dos o más sesiones, que se ejecutan durante los días más fértiles del celo de la hembra, tomando siempre un día de descanso entre cada sesión debido a que los espermatozoides del macho permanecen vivos dentro de la hembra hasta por dos días después de la eyaculación. Experiencias anteriores nos han mostrado que dos sesiones de inseminación artificial han producido camadas de siete cachorros.