jueves, diciembre 19, 2013

REPRODUCCIÓN: MONTA VS. INSEMINACIÓN.

Aunque muchos dueños de mastines napolitanos es probable que no estén interesados en obtener descendencia de sus molosos, es importante dedicar un espacio a este particular, considerando que el acto del apareamiento puede convertirse en una necesidad física del perro en determinadas etapas de su vida.  Por supuesto, aquellos que han optado por métodos como la esterilización de su mascota, no tendrán que enfrentar ese problema pero para el resto, aquí van algunos consejos de utilidad basados en nuestra experiencia personal.

Monta vs. inseminación artificial

Una de las decisiones que, como dueño de un mastín, debes tomar es la de seleccionar un método de reproducción para tu mascota.  Esto va a depender en gran medida de las necesidades tuyas y de tu ejemplar.  Si lo que deseas es simplemente que tu perro viva la experiencia del apareamiento para que canalice la energía excesiva que su necesidad sexual demanda, la monta es tu única opción.  En este caso solo deberás buscar una pareja para tu ejemplar.  Debes considerar que, aunque sólo estás buscando una experiencia sexual para tu perro, al no existir métodos anticonceptivos caninos, es muy probable que el resultado de esa experiencia sea un embarazo, por lo cual deberás tomar en cuenta también el futuro de los embriones.  Si no deseas descendencia de tu mascota o no te sientes capaz de lidiar con esa responsabilidad, probablemente sea una mejor opción la esterilización.

Si por el contrario, deseas obtener crías de tu ejemplar, tienes dos principales opciones.

Monta

Este método resulta conveniente cuando queremos que la fecundación se lleve a cabo de forma natural. Al aparearse, los perros, además de cumplir con sus funciones reproductivas naturales, canalizan su energía de manera saludable.  Al ser una raza de gran tamaño, los mastines napolitanos suelen desgastarse físicamente en este proceso, por lo cual es conveniente mantenerlos bien alimentados y con agua disponible.  Una vez que el macho ha montado a la hembra deberá darse la vuelta de forma tal que queden como se muestra en la foto.  Esto puede resultar un poco complicado debido al tamaño del mastín pero es un punto al que debe llegarse para asegurar la fecundación.  Es probable que el perro requiera la ayuda de su amo para cumplir con esta tarea.  Una vez llegado este punto solo resta esperar a que ambos se separen cuando hayan terminado el acto.  Esto puede tomar varios minutos.


Si no tienes experiencia probablemente debas contratar la ayuda de un experto en la materia para que asista la monta.  La monta asistida generalmente consiste en que el asistente hace coincidir los genitales de la hembra y el macho para asegurar la penetración.  Esto resulta bastante útil cuando existe una diferencia de tamaño significativa entre ambos perros.  Si la monta se lleva a cabo durante los días más fértiles de la perra en celo (entre el noveno y doceavo días) y los ejemplares tienen un buen pedigree e historial reproductivo, es muy probable que baste con una sola monta para obtener una cría de entré seis y 10 cachorros.

Inseminación

La inseminación es el método a seguir cuando ha resultado imposible la monta y aún se desea descendencia de una pareja de mastines.  El proceso no es complejo pero debe ser realizado por alguien con experiencia, ya sea un veterinario o un manejador canino con capacitado para asistir en montas o realizar inseminaciones.

Durante el proceso, el asistente debe obtener el semen del macho para luego introducirlo en la vagina de la hembra usando los utensilios debidos. Es importante que se mantengan las condiciones higiénicas necesarias para esto y que los dueños de los canes estén presentes para controlar su comportamiento mientras dura la inseminación.

Con el objetivo de garantizar la preñez, la inseminación se lleva a cabo en dos o más sesiones, que se ejecutan durante los días más fértiles del celo de la hembra, tomando siempre un día de descanso entre cada sesión debido a que los espermatozoides del macho permanecen vivos dentro de la hembra hasta por dos días después de la eyaculación.  Experiencias anteriores nos han mostrado que dos sesiones de inseminación artificial han producido camadas de siete cachorros.





miércoles, octubre 02, 2013

JUEGOS Y PASEOS - PARTE III

Para finalizar esta serie de artículos relacionados con la actividad de tu mastín fuera de casa analizaremos un factor importante a la hora de sacar a tus perros: la presencia de personas, animales u otros perros en el entorno donde llevas a pasear o jugar a tu moloso.

Los mastines por lo general son perros de temperamento bastante equilibrado y mientras están con su dueño no tienden a ser agresivos con las personas que circulan a su alrededor.  No obstante debes tener en cuenta que al resto de personas por lo general les parecerá un animal más grande de lo que te parece a ti.  Esto se debe principalmente a que tú estás más acostumbrado que ellos a ver a tu gran mastín y la mayoría probablemente esté habituada a ver perros de razas medianas o sobre todo pequeñas, pues éstas últimas están muy de moda.

En todo caso, debes considerar que tu mastín es un animal grande cuya imponente apariencia inspira respeto y en muchos casos, miedo.  Por tal razón, no debe asombrarte que algunas personas se comporten de manera nerviosa o ansiosa ante su presencia.  Por eso siempre debes ser capaz de demostrar que estás en total control de tu perro y de esa forma transmitir confianza a las personas que circulan a su alrededor, para evitar que sus nervios o miedos sean captados por tu mastín, que es muy probable que reaccione también con ansiedad ante personas nerviosas.

Similar consideración debes tener cuando estén presentes otros perros.  Por lo general tu mastín querrá jugar con ellos pero algunos, especialmente los más pequeños, podrían ponerse nerviosos con su presencia (al igual que sus dueños, si están con ellos) y en ese caso es mejor controlar las ganas de jugar de tu perro antes de que ocurra algún incidente debido a la ansiedad de otro perro o su dueño.  Por lo general, es fácil darse cuenta cuando otro perro desea jugar con el tuyo, cuando está nervioso o cuando quiere atacarlo.

A los mastines suele llamarles la atención cualquier animal que puedan encontrar en sus paseos: palomas u otras aves, gatos, roedores, ranas e incluso... caballos!  Cuando mi perro Nerón tenía alrededor de seis meses, en cierta ocasión lo llevé a la playa.  En el camino nos detuvimos a almorzar y cerca del lugar había un establo del cual salió un caballo con su jinete.  Nerón, a pesar de la diferencia de tamaños intentó perseguirlo.  Esto quiere decir que siempre debes estar alerta puesto que a tu mastín probablemente no le importe cuán grande sea el desafío ante él a la hora de enfrentarlo y muchas veces esto implicará un alto riesgo para él.

Reacción similar puede tener cuando se encuentre cerca de automóviles, motociclistas, ciclistas y patinadores en movimiento.  Debes acostumbrarlo a reaccionar sin desesperación ante ellos pues un movimiento repentino inadecuado en dirección al vehículo o sujeto en circulación puede poner en serio riesgo la vida de tu mascota y la de terceros.

A modo general, estos son los aspectos más importantes a tener en cuenta cuando salgas a pasear o jugar con tu mastín.   No obstante, recuerda que cada ejemplar es diferente y tendrás que observar aquellos detalles que distinguen a tu perro para poder adiestrarlo de la forma más eficiente mientras pasa tiempo fuera de casa.  Fíjate en cada aspecto de su comportamiento, recompensa aquellos que consideres positivos y castiga de forma inteligente los negativos.   Hasta pronto.


lunes, julio 15, 2013

JUEGOS Y PASEOS - PARTE II

En la Parte I de este artículo enumeramos algunos factores que influyen en el tiempo de duración de los paseos con tus mastines. Analicemos más detenidamente cada uno de ellos.

La edad del perro

Si bien los cachorros pequeños no requieren tanto tiempo fuera de casa, y en muchos casos es conveniente evitar prolongar demasiado el tiempo que pasan en la calle, debido a los factores externos que pueden poner en riesgo su salud y seguridad, es bueno que desde temprana edad se acostumbren a los paseos y moldeen la conducta que deben mantener durante los mismos.  Aprovecha esta estapa para acostumbrarlos a usar collar o arnés.  En el caso de los mastines lo más recomendable es un collar puesto que el arnés se sostiene justo en la parte del perro donde concentra una gran cantidad de fuerza física (pecho y hombros anteriores) lo cual, en caso de emergencia, le otorgaría el control total de cualquier situación a él y no a quien lo esté paseando.  Mientras sea cachorro esto tal vez no constituya un problema pero no podemos decir lo mismo de un ejemplar adulto que pese entre 70 y 80 Kg y, al estar en cuatro patas, tiene un centro de gravedad más bajo que el de un ser humano erguido.

Cualquier collar que se sostenga firme en la parte superior del cuello (donde se une con la cabeza) servirá.  Un collar de tela sintética puede ser una buena opción, dependiendo de su calidad, pero un collar de cuero es mucho más resistente y duradero.  Los collares en forma de cadenas corredizas son una excelente solución que permiten no sólo controlar al perro durante el paseo sino también ayudar con el entrenamiento.


A todos los perros les gusta salir y hacer actividades al aire libre y mientras más joven sea tu mastín, probablemente tenga un mayor deseo de permanecer afuera jugando o explorando.  A los ejemplares de más edad también les gusta pasar tiempo fuera de casa pero sus actividades en esos entornos tienden a ser más tranquilas y es usual que después de unos minutos te pidan regresar a casa.

Debes tener en cuenta que con el paso del tiempo, tu mastín se hará más grande y pesado, por lo cual las caminatas demasiado prolongadas pueden cansar sus extremidades que, si bien son fuertes y resistentes, no deben ser sometidas a un trabajo demasiado extenuante por tiempo prolongado.  Si vives en una zona geográfica calurosa recuerda también que un paseo demasiado extendido puede sofocar a tu mastín y afectar sus funciones cardíacas y respiratorias.  En estos casos ten a la mano un recipiente con agua para que mojes su boca de vez en cuando, cuidando que no trague mucha agua hasta que no esté más tranquilo.


jueves, mayo 16, 2013

JUEGOS Y PASEOS - PARTE I - ASPECTOS GENERALES

Los mastines napolitanos son perros de temperamento equilibrado, o al menos esa es la forma en la que generalmente se los describe.  Esto quiere decir que no tienden a ser demasiado agresivos o demasiado permisivos.   Si bien son excelentes guardianes de la familia que los acoja, a la hora de proteger lo hacen por medio de acciones más persuasivas que agresivas.  Esto no implica que se deba desafiar o abusar de su paciencia o tolerancia a las provocaciones, puesto que podrían tornarse peligrosos.

Lo anterior no es más que una descripción general, que es válida sólo para ofrecer una noción poco exhaustiva acerca de las características que pueden definir a una raza de perros en particular.  Como diría Nacho Sierra, especialista en comportamiento animal y adiestrador, de origen español, solamente alrededor de un 40% de ejemplares dentro de una raza determinada realmente exhibe la conducta correspondiente a la descripción general que se hace oficialmente sobre la raza en cuestión.  En realidad el comportamiento de un perro depende en un mayor porcentaje del entorno en el que se cría.

Un aspecto importante que influye en la crianza y, por tanto, en el temperamento del perro, es su actividad al aire libre, fuera de la casa.  Esto determinará en cierta proporción su forma de relacionarse con las personas y con otros perros.

Los mastines son grandes y amantes de los descansos profundos y prolongados pero eso no quiere decir que, al igual que cualquier otro perro, no se emocionen por salir a jugar o caminar con su amo.  Es por eso que el propietario de un mastín debe dedicar un tiempo diario a esta actividad.

Por seguridad suya, de sus perros y de los demás, siempre colóquele a su mastín un collar apropiado y  una correa o cadena para perros a la hora de pasearlos.  Esto es aplicable a toda raza, pero en especial a esta por tratarse de perros de gran tamaño.



En mi caso acostumbro a salir dos veces al día con mis dos mastines (Nerón y Camelia) a la vez.  Es cierto que controlar a un solo mastín napolitano durante un paseo es tarea que puede tornarse difícil pero con el correcto entrenamiento los paseos y salidas a sitios públicos se convertirán en una actividad entretenida, segura y cada vez más divertida, incluso cuando tienes que salir con más de un ejemplar a la vez.

Tengo la oportunidad de sacar a mis mastines a un parque muy cercano a mi casa en el cual puedo soltarlos a determinadas horas en las que el parque se encuentra totalmente vacío, muy temprano en la mañana, y dejar que corran a sus anchas.  A veces cuando el parque no está vacío opto por dar una vuelta a la manzana con ellos o por entrar al parque pero sin soltarles las correas.

En horas de la tarde les doy un segundo paseo antes de comer.  Esto es recomendable porque los perros heredaron de los lobos el instinto de caza, y si bien es algo que no está igualmente desarrollado en todas las razas, es bueno que hagan alguna actividad física primero y reciban el alimento después, un poco recreando la secuencia que de manera instintiva posée todo animal cazador, de realizar actividad física intensa (o cazar) y después comer.

La duración de los paseos es variable.  Yo paseo con mis mastines un promedio de 20 minutos por cada salida (dos veces al día) y un tiempo un poco más largo los fines de semana.  Esto dependerá mucho del tiempo del cual disponga cada persona para sus quehaceres diarios pero hay otros factores que también influyen.  Entre ellos están: la edad del perro, su tamaño, su peso, la presencia de otros perros o personas y el clima local.

En las siguientes entregas estaremos abordando más detalladamente cada uno de estos factores.


martes, abril 09, 2013

ANTES DE QUE LLEGUE EL CACHORRO - Parte II

En la entrada pasada expliqué algunos detalles a tener en cuenta con respecto al lugar y a la persona de quien obtendrás tu mastín napolitano. Como ya dije, la mejor opción siempre será un criador con un criadero debidamente registrado.

En esta ocasión te contaré desde mi experiencia personal cómo proceder en este sentido cuando el criadero no se encuentra en tu localidad y otros aspectos adicionales a tener en cuenta.

El primer mastín napolitano que llegó a mi casa fue Nerón, cuyo nombre oficial es Bambino Della Ruga Di Fuoco, nombre con el que salió del criadero y con el cual está registrado en la Asociación Ecuatoriana de Registros Caninos (AERCAN). No solo fue mi primer mastín sino que fue el primer perro que tuve después de 16 años sin mascotas y mi primer perro de raza gigante.

Antes de adquirirlo busqué por internet hasta encontrar al criadero correcto. No había ningún criadero de la raza en Guayaquil, ciudad donde vivo, por tanto terminé optando por un criadero en la capital: Della Ruga Di Fuoco. Después de haberme cerciorado de su prestigio revisando en diferentes páginas webs, redes sociales y sobre todo, en la lista oficial de criaderos aprobados para el Ecuador, tomé contacto con el criador.

Es importante la confianza que inspire el criador.  En mi caso recuerdo que siempre tuve a mi disposición la oportunidad de visitar el criadero donde nació Nerón y, aunque por razones de tiempo no me resultaba posible, el criador me ofreció alternativas adicionales como el envío periódico de fotos según iba creciendo el cachorro escogido, hasta que alcanzaba la edad en la que podía salir del criadero.  Además debo destacar que cuando se trata de criadores responsables, siempre el interés porque el cachorro termine en un hogar apropiado y en manos del propietario ideal está por encima de las ansias de vender a toda costa.  Esto no quiere decir que la parte monetaria no tenga importancia.  Un buen criador no escatimará gastos cuando de criar excelentes y saludables ejemplares se trate y, por tanto, espera recuperar esa inversión cuando vende una de sus crías.  Pero no comete la irresponsabilidad de llenarse de crías si sabe que le resultará difícil encontrar un propietario adecuado para ellas.

Otro detalle a tener en cuenta es que un buen criador se ocupará de entregar la documentación que acredite la propiedad del ejemplar a favor de su nuevo dueño, así como su procedencia.  También es obligatorio que entregue documentación relacionada con el estado de salud del cachorro, es decir, el equivalente a un carnet de salud pero emitido por un veterinario debidamente titulado y certificado, donde consten las vacunas, revisiones o cualquier otro tratamiento al que se haya sometido al cachorro durante el tiempo que estuvo en el criadero.  Si usted adquiere su cachorro en un criadero fuera de su país, es probable que necesite solicitar al criador documentación y procedimientos adicionales a los exigidos a los criadores en su país.

Nerón llegó a casa una tarde del mes de diciembre del año 2010 contando un poco más de dos meses de edad.  Su criador lo había colocado en un kennel adecuado y lo había enviado en un corto viaje de media hora por avión a Guayaquil, desde Quito.  Al llegar a casa realmente lo único que teníamos listo era el espacio físico que se le había destinado y los platos para la comida y el agua.  Por eso las siguientes líneas están destinadas a enumerar una serie de elementos que conviene tener antes de que llegue tu mastín.

Espacio

Un mastín napolitano es un perro de raza gigante, por tanto debes tener en cuenta que necesita espacio para vivir.  Si bien es una raza bastante tranquila y que pasa buena parte del día descansando o durmiendo, considera que también tiene momentos de actividad intensa y su gran tamaño demandará espacio para esa actividad.

Puedes tenerlo dentro de tu casa o departamento siempre y cuando te asegures de proporcionarle un área donde ningún movimiento brusco vaya a causar estragos en la decoración de tu hogar y considerando que debes sacarlo a caminar un buen tiempo en algún momento del día.



En mi caso, al tener dos ejemplares que interactúan, juegan y de vez en cuando tienen una que otra pelea entre ellos, preferí designarles el patio como área de estancia permanente.  Si este es el caso debes tener en cuenta la limpieza, la influencia de agentes externos que puedan existir por la zona (lluvia, nieve, granizo, sol excesivo, plantas, animales, insectos, etc.), conexiones eléctricas externas a las que podrían acceder accidentalmente, plantas decorativas que podrían ser destruidas en sus juegos o que podrían causarle algún daño en la salud si las ingieren, parásitos que puedan habitar en el patio y posible existencia de hongos.  Cada uno de estos factores o su influencia son fáciles de detectar y erradicar en caso de que se necesite.

Casa

Ya sea que tu mastín vaya a vivir fuera o dentro de tu casa, siempre es conveniente asignarle un espacio más reducido que él pueda reclamar como suyo y que le sirva de refugio.  Nada más conveniente para esto que una casa para perros.  Puedes hacerla tú mismo de madera u otro material que te resulte fácil trabajar.  Seguramente encontrarás en Youtube más de un vídeo que te enseñe cómo hacerlo.  Otra opción es comprarla en cualquier tienda de mascotas o lugares donde se dediquen a eso. He observado aquí en Guayaquil que muchas empresas que venden materiales de construcción también suelen vender casas para perros construidas.

En mi caso yo compré un kennel para cada perro.  Ellos lo usan como casa y duermen dentro de ellos por las noches y además son una excelente opción de transporte cuando he necesitado llevarlos a otras ciudades para participar en shows caninos.  Ya sea que optes por una casa o un kennel, asegúrate de adquirir el tamaño adecuado para esta raza.  Generalmente necesitarás un kennel para perros de raza gigante o tamaño XL, cuyas medidas suelen ser aproximadamente 122cm x 82cm x 89cm.



Continuará en la tercera y última parte.


martes, febrero 05, 2013

ANTES DE QUE LLEGUE EL CACHORRO - Parte I

Un mastín napolitano es un perro grande, fuerte, pesado, corpulento y de movimientos algo torpes.  Por consiguiente su dueño debe reunir las características físicas, intelectuales y emocionales para lidiar con eso.  Si quieres ser el dueño de un ejemplar de esta raza, el mejor consejo que podrás recibir por parte de cualquier criador es que cualquier problema en la conducta de un mastín napolitano es preferible que sea detectado y corregido mientras aún sea un cachorro, puesto que una vez que crezca y se convierta en un adulto joven, cualquier corrección será más difícil (no imposible).

Una buena forma de lograr esto es preparar con tiempo todas las condiciones necesarias antes de que llegue tu mascota a tu casa.  De esta forma resultará más fácil concentrarse en las actividades que estén más vinculadas a la crianza de tu mastín sin perder tiempo en labores secundarias.

¿Cómo escoger a tu mastín?

La mejor opción para escoger a tu mastín napolitano es directamente de un criador de la raza.  Debes cerciorarte de que tenga un criadero debidamente registrado en el organismo correspondiente de tu localidad.  Siempre que sea posible debes tener la posibilidad de visitar el criadero y ver por ti mismo a los padres de tu futuro cachorro.  Si por alguna razón no puedes verlos a ambos -muchas veces los criadores suelen cruzar a sus ejemplares con perros de otros criaderos- por lo menos exige ver a la madre.  Es importante que ella se encuentre en muy buen estado, pues es la que pasará más tiempo con tu mascota en sus primeros días y es la que le dará de lactar.  Por tanto, debe estar saludable y bien cuidada.

El local donde funcione el criadero, más que grande u ostentoso, debe exhibir buenas condiciones higiénicas.  El área donde viven los perros debe estar limpia, libre de heces, orine, hongos o depósitos de humedad o suciedad que puedan convertirse en focos infecciosos.  Un buen criador ha acostumbrado a sus ejemplares a comer a determinadas horas, por tanto los platos de sus perros, mientras no estén comiendo, deben estar limpios, o mejor aún, retirados del área de estancia de los canes para evitar atraer insectos indeseables, mientras que los recipientes para el agua deben estar llenos y al alcance de los perros permanentemente.

Observa la piel y el pelaje de los padres de su futura mascota.  La piel debe estar limpia y libre de yagas, ronchas o erupciones que denoten algún tipo de hongo o infección.  Es normal que se observen callos en los codos y las articulaciones de sus extremidades que están más en contacto con el suelo.  Esto se debe a que el apoyo constante de todo el pesado cuerpo del mastín, sobre esos puntos produce en su piel callosidades similares a las que se producen en el cuerpo de un ser humano cuyos pies están en contacto con zapatos incómodos o superficies ásperas por un tiempo considerable.  Si bien hay formas de prevenir (en algunos casos) o retardar la aparición de estos callos, la presencia de los mismos en un ejemplar no necesariamente es producto de la falta de atención por parte del dueño o criador.  Más bien obedece a un proceso natural con el que no es tan sencillo lidiar.

Martina Amay Sumaq Rumi Allqo madre de CH. EC. CEC. BEC. Bambino Della Ruga Di Fuoco (Nerón)
El pelo debe ser brillante y aunque corto, debe ser abundante, si se trata de ejemplares jóvenes.  Un pelo lustroso es evidencia de una correcta y balanceada alimentación.  La falta de pelo, si bien puede darse de forma natural (usualmente mudan el pelo dos veces al año), también podría deberse a alguna enfermedad relacionada con hongos o ácaros.

Aparte de tener la oportunidad de visitar el criadero y conocer a los padres de tu futura mascota y la forma en la que están siendo criados, obtener tu mastín napolitano directamente de un criador también ofrece ventajas adicionales.  Un criador debidamente registrado conoce el origen de sus ejemplares.  Es decir, posee el pedigree de sus perros y te otorgará el del cachorro que finalmente elijas.  De esta manera podrás estar seguro de las líneas de sangre de las que proviene tu mastín y descartar que haya habido prácticas negligentes o indeseables a la hora de cruzar a sus antepasados.  Además podrás exigir el registro canino de tu mascota y los documentos que acrediten legalmente tu propiedad sobre ella.

De izq. a der. CH. EC. JEC. I. L. VAC. Agaton Di Escanella -padre de Camelia Della Ruga Di Fuoco- y GRCH. EC. Rugga -padre de CH. EC. CEC. BEC. Bambino Della Ruga Di Fuoco.

Lejos de recomendar, desalentamos la compra de mastines napolitanos y animales en general en tiendas de mascotas o en la calle, a vendedores ambulantes.  En ambos casos los ejemplares que se venden por estas vías no provienen de criaderos debidamente registrados ante la autoridad correspondiente, sino de personas que, inescrupulosamente, desean hacer dinero a toda costa e incurren en prácticas, muchas veces dañinas, contra los ejemplares que utilizan como padres, manteniéndolos a ellos y a sus crías en condiciones higiénicas deplorables, hacinados en jaulas donde caminan sobre sus propios desechos fisiológicos, esperando a que les toque su turno para ser vendidos.  Es práctica común entre estas personas someter a una misma hembra a varias montas seguidas y mantenerlas casi constantemente preñadas, ocasionándoles graves problemas de salud que, por supuesto, no se molestan en remediar.  En la mayoría de los casos, estas hembras y los cachorros que no se venden, terminan siendo abandonados o sacrificados.

Afortunadamente existimos criadores serios y responsables que priorizamos el bienestar y la salud de nuestros ejemplares y la pureza y belleza de la raza.  Nos preocupamos porque nuestros cachorros encuentren dueños que les provean de un hogar seguro y acorde con las necesidades del mastín napolitano.  Ofrecemos toda la información previa que cualquier persona debe conocer antes de decidir criar una mascota como el mastín y le damos el debido seguimiento y asesoramiento posterior al propietario, una vez que el cachorro ya se encuentra en su nuevo hogar.

En la siguiente entrega continuaremos profundizando en este tema.

sábado, enero 26, 2013

¿POR QUE LOS MASTINES?

Mi padre comenzó a enseñarme a leer cuando cumplí tres años de edad.  Siendo él un hombre de letras y versado en otras artes del conocimiento humano, debió haber estado consciente del beneficio que trae a la mente humana aprender a leer desde temprana edad, aunque según sus propias palabras, lo que en realidad deseaba era librarse de la entonces tediosa tarea de tener que asumir las labores de Sheherezada mientras yo me acomodaba en mi privilegiado rol de rey Shahriar, amenazando implacablemente con no dormir ni dejar dormir sin escuchar antes algún deslumbrante cuento árabe.

Si bien a mi padre no le quedó otro remedio que leer en voz alta hasta la última página del tercer tomo de aquella edición cubana de las mágicas noches árabes, el resultado de su actividad docente fue que en poco tiempo estuve leyendo todo tipo de libros de cuentos para niños.  Fue mi hermana quien no tardó en sugerirme un libro de Fábulas de Esopo.  Me atrajo desde el principio por los rostros humanamente expresivos de los animales en sus ilustraciones y porque en muy pocas letras se expresaban varias ideas que, de alguna manera, estimulaban el desarrollo de mi imaginación a la par que mi capacidad de razonamiento lógico.



Algo que distingue a la fábula como género literario, es la atribución de cualidades humanas a los animales o seres irracionales.  Este es un recurso literario llamado personificación o prosopopeya, gracias al cual en muchas fábulas encontraremos animales hablando entre ellos o intercambiando profundas reflexiones con seres humanos.

Uno de los animales usado con frecuencia por Esopo en sus fábulas es el perro, especialmente el mastín.  Y fue su protagonismo en los diversos relatos del elocuente esclavo griego lo que llamó poderosamente mi atención.  Al principio pensaba que la palabra mastín era sinónimo de perro.  Luego supe que se trataba de una raza en particular.  Nunca imaginé que después de leer tantos relatos sobre ellos -inverosímiles debido a la naturaleza del género literario- pasarían cerca de 20 años para tener la oportunidad de ver uno real.

Convengamos que en el seno familiar en el que me crié, si bien se me enseñó a sentir amor y un profundo respeto por la naturaleza y en especial por vida animal, la cría o adopción de mascotas no era la actvidad más apreciada.  Desde que nací, los animales que hubo en mi casa estuvieron allí gracias a mi insistencia: un gato, un perro poodle y peces tropicales (no todos a la vez).  Por tanto, no era mucha la información que obtenía en mi hogar sobre animales domésticos.  Fue el padre de un vecino quien una vez mencionó que una característica distintiva del mastín era su lealtad y su devocional sentido de protección al seno familiar y sobre todo al individuo dentro de ese grupo a quienes ellos reconocían como su único dueño.  Después de esa afirmación, aquella fábula de El mastín infiel cobraba un sentido aún más profundo.

A partir de ese momento consideré que el mastín era la raza a buscar.  Afortunadamente no la encontré porque su crianza me hubiera resultado imposible en esa época.  No obstante, en mi mente quedó grabada la idea de que el lazo único e inquebrantable que unía al mastín con su dueño, lo convertía en el compañero ideal.

Finalmente crecí y cuando decidí tener un perro fue el mastín la primera opción.  En ese momento supe que había varios tipos de mastines provenientes de diferentes regiones europeas, descendientes todos del antiguo Mastín del Tíbet, llevado a las costas de Campania, en el siglo IV A. C. por Alejandro Magno, después de su infructuosa incursión militar por la India.  Si bien debo admitir que me gustan todos los mastines -en algún momento dedicaré algunas publicaciones a cada uno de ellos- elegí como mi compañero fiel al Mastín Napolitano, debido a que fue al que más fácilmente asocié con aquellos molosos que eligió Esopo para sus relatos.

La palabra mastín proviene del vocablo latino massivus, que significa macizo.  Lógicamente, el hecho de agregar el gentilicio napolitano se debe a la ciudad de donde es oriunda esta raza.  Nápoles es una ciudad del sur de Italia, capital de la región de Campania, que antiguamente estaba habitada por griegos.  Su nombre proviene del griego (Nea = nueva, Polis = ciudad) y sus habitantes ya criaban molosos para cuando Alejandro Magno introdujo los primeros mastines del Tíbet.

Si bien el aspecto actual de un mastín napolitano dista mucho del que tenían los primeros ejemplares, se sabe que siempre han sido perros grandes, corpulentos, de extremidades fuertes, cabeza de gran tamaño, piel gruesa, resistentes al frío y al dolor y de temperamento equilibrado, a pesar de su fuerte instinto guardián.  Prueba de ello es la descripción hecha por Columella en su tratado De Re Rustica, que data del siglo I D. C. y que encabeza este blog.

Mi hermana con frecuencia y un poco en tono de broma, me pregunta si yo tengo algún trauma de mi infancia por saldar, porque no se explica del todo mi afición por esta raza.  Creo que en su mente mantiene la idea que criar mascotas es cosa de niños.  Por otro lado es lógico que para una persona como ella, que prefiere conservar las distancias con los animales, un perro tan grande y corpulento evoque la idea de un gran cúmulo de dificultades asociadas a la crianza y cuidados propios de la raza. Pero después de leer estas líneas resulta fácil percatarse de que fue ella misma quien dio el impulso inicial a mi afición por la raza, al entregarme el libro que condicionaría mi predilección por la misma y que provocaría que desde hace un poco más de dos años comience a criar dos bellos, imponentes y leales ejemplares: Bambino Della Ruga Di Fuoco (Nerón) y Camelia Della Ruga Di Fuoco.



Es de mis experiencias con ellos y con la raza en general de lo que trata este blog y espero conocer también las suyas.